Hubo un tiempo en que mis íunicas pasiones eran la pobreza y la lluvia.
Ahora siento la pureza de los limites y mi pasión no existiría si supiese su nobre.
(...)
Esta hora no existe, esta ciudad no existe, yo no veo estos álamos, su geometría en el rocío.
Sin embargo, éstos son los álamos extinguidos, vértigo de mi infancia.
Ah jardines, ah números.
[Ainda. Gamoneda]
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